Hoy en día la mayoría de las empresas se encuentran en un estado de bloqueo, con una saturación total de sus recursos. Algunas están inmersas en la ejecución de complejos planes estratégicos, otras tratando con listas interminables de proyectos a ejecutar: que si nuevos productos, que si la implementación de un nuevo software ERP, que si la apertura de nuevos mercados o planes de optimización de los recursos y activos de la empresa, etc. Todo eso es muy importante. Es lo que se llama la masa gris de la empresa, la estrategia, la inteligencia, la creatividad (a veces la idea feliz), así como la energía para tirar de todos para que ello sea un éxito en el tiempo y con los recursos estipulados. Sin embargo, también es cierto que la saturación bloquea la empresa y que, aunque no queramos, esto llega a perjudicar seriamente al cliente.
Es por ello por lo que nuestras empresas deben estar preparadas para cualquier necesidad, requerimiento, personalización y, sobre todo, para servir cualquier cantidad de producto o cualquier cantidad de dedicación, en cualquier momento. La clave está en la agilidad. Cuanto más ágiles seamos, más contentos estarán nuestros clientes, y más descontenta nuestra competencia.
Y lo que necesitamos para transformar las organizaciones, es trabajar en dos direcciones:
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- la primera, para conseguir crear un entorno lo suficientemente agradable y motivador para elevar la implicación de todos;
- la segunda, para conseguir una organización lo suficientemente ágil como para dar un servicio excelente a cualquier cliente, actual o potencial.
Por eso debemos dar el paso y transformar nuestras estructuras clásicas a una organizaciones Agiles, ya que esta es aquella que está centrada en sus Empleados y Clientes y es aquella que es capaz de responder rápidamente al cambio, con elevada capacidad de reconfigurar su estrategia, estructura, procesos, personas y tecnología, siendo capaz de adaptarse rápidamente al entorno cambiante. Una organización Ágil funciona de forma iterativa, mejorando y creciendo constantemente. Se centra en las necesidades y en los comentarios de los clientes, se reinventa constantemente para mantenerse a la vanguardia. Una organización Ágil siempre está aprendiendo y evolucionando, es rápida. En el cambiante entorno empresarial actual,
ser ágil es esencial para el éxito.